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Seguridad de medicamentos de alto riesgo

Qué son los medicamentos de alto riesgo

Los medicamentos son un elemento común utilizado en la atención médica y un componente del manejo y prevención de enfermedades. El uso seguro de los medicamentos es, por lo tanto, un componente esencial de la seguridad del paciente. Aunque la mayoría de los medicamentos tiene un amplio margen de seguridad, existe un grupo conocido como medicamentos de alto riesgo. Estos tienen una probabilidad significativa de causar daño al paciente si se usa o se administra de manera equivocada.

Los errores con medicamentos de alto riesgo no necesariamente ocurren con más frecuencia que los errores con otros medicamentos. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser más devastadoras.

Las pautas de gestión de medicamentos de alto riesgo tienen como objetivo mejorar la seguridad del paciente. Asimismo, pretenden reducir los daños identificados en los ámbitos de almacenamiento, prescripción, dispensación y administración. El cumplimiento de estas pautas garantiza un enfoque estándar para los medicamentos de alto riesgo. Asimismo, apoya al personal clínico en su manejo seguro.

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Medicamentos de alto riesgo: insulina

Los elementos clave incluyen asegurar que los servicios de salud logren:

  • Identificar medicamentos de alto riesgo dentro de su organización
  • Identificar y gestionar los riesgos asociados con el uso de medicamentos de alto riesgo
  • Mejorar la conciencia del personal sobre los medicamentos de alto riesgo y los peligros asociados con su uso
  • Implementar estrategias para abordar estos casos

Clasificación de los medicamentos de alto riesgo

El acrónimo en inglés APINCH es empleado por el Instituto de Prácticas de Medicación Segura de Pensilvania, para clasificar medicamentos de alto riesgo. Esto incluye agentes antiinfecciosos, antisicóticos, potasio, insulina, narcóticos, sedantes, quimioterapia, heparina y otros anticoagulantes. La agencia australiana SA Health actualizó el acrónimo para incluir algunos medicamentos psicotrópicos, epidurales, intratecales y bloqueadores neuromusculares.

Antiinfecciosos

Los medicamentos antiinfecciosos son aquellos capaces de inhibir la propagación de un organismo infeccioso o matarlo por completo. Uno de los medicamentos de alto riesgo de esta categoría son los antibióticos aminoglucósidos, los cuales deben ser oportunamente monitoreados. Por ejemplo, los ciclos de gentamicina de más de 72 horas.

No actuar sobre un resultado de concentración tóxica podría causar insuficiencia renal y toxicidad. Además, no actuar sobre un resultado subterapéutico podría llevar a un tratamiento antibiótico ineficaz.

Medicamentos de alto riesgo: vancomicina y daño renal

Otros antiinfecciosos clasificados como medicamentos de alto riesgo incluyen la anfotericina y la vancomicina. Este último está indicado en infecciones graves, como tratamiento de segunda elección en pacientes alérgicos a penicilina y en enfermedades en las que han fallado otros tratamientos.

Psicotrópicos

Los psicotrópicos son medicamentos que afectan el sistema nervioso central y cambian la forma en que el cerebro procesa información. Esto incluye alteración del estado de ánimo, pensamiento, percepción, emociones y comportamiento.

Tanto la marihuana como la cocaína son psicotrópicos ilegales. Algunos medicamentos psicotrópicos legales son los antipsicóticos (clozapina), antidepresivos, estabilizadores del ánimo (inyecciones de litio), estimulantes y medicamentos de depósito.

Medicamentos de alto riesgo: psicotrópicos y daño al sistema nervioso central

Potasio y electrolitos concentrados

Los errores en la administración intravenosa de cloruro de potasio son fatales y muy conocidos. Sin embargo, continúan sucediendo. Por ejemplo, un paro cardíaco inducido por hiperpotasemia causada por la administración de cloruro de potasio en lugar de la solución salina normal para enjuagar una cánula provocó la muerte de una mujer australiana en 2003.

De esta categoría de medicamentos de alto riesgo las preparaciones de electrolitos inyectables son los más comunes. Algunas de ellas son el ya mencionado cloruro de potasio y el sulfato de magnesio. También puede incluir otros medicamentos.

Insulina

La insulina es uno de los medicamentos más conocidos disponibles en el mercado. Esto debido a que la diabetes es una enfermedad cada vez más frecuente. Ya sea en el hospital o en el entorno comunitario, el uso de insulina está muy extendido. Un gran número de pacientes con diabetes tipo 1 y muchos pacientes con diabetes tipo 2 se autoadministran insulina en el hogar.

La insulina se reconoce como un medicamento de alto riesgo ya que tiene el potencial de causar daño severo cuando se usa por error. Si se administra una dosis excesiva, la insulina puede causar convulsiones y coma por hipoglucemia. Por otro lado, una dosis insuficiente de insulina puede provocar una cetoacidosis o hiperosmolalidad potencialmente mortal relacionada con la hiperglucemia.

Medicamentos de alto riesgo: tamaños de jeringas de insulina

Todas la insulinas están consideradas como medicamento de alto riesgo

Algunos de los posibles factores que contribuyen a los incidentes con insulina son los siguientes:

  • La variedad de presentaciones disponibles para productos de insulina (acción rápida, acción corta, acción prolongada, premezclados, viales, cartuchos, plumas precargadas).
  • Las múltiples formulaciones para el mismo tipo de insulina.
  • La insulina forma parte de los medicamentos LASA (del inglés look alike, sound alike). Esto significa que el empaquetado de varios productos de insulina lleva nombres que suenan parecido. Como resultado, aumenta la posibilidad de confusión y errores en la prescripción, dispensación y administración.
  • Proximidad en el almacenamiento de productos de insulina LASA en los refrigeradores.
  • Pacientes que pueden estar usando simultáneamente múltiples productos de insulina.
  • Falta de cálculos de dosis únicas durante la dispensación de productos de insulina. Por ejemplo, conversión de unidades a ml y número de días de suministro.
  • Variedad de tamaños de jeringa de insulina disponibles.

Medicamentos de alto riesgo: benzodiacepinas, narcóticos, opioides, fentanilo

Narcóticos y sedantes

Este grupo de medicamentos de alto riesgo incluye a todos los opioides (narcóticos) y otros sedantes. Los sedantes pueden incluir benzodiacepinas (por ejemplo, diazepam y midazolam) y otros agentes sedantes.

Algunos otros medicamentos de esta categoría son la hidromorfona, oxicodona, morfina, fentanilo, alfentanilo, remifentanilo y parches analgésicos.

Una mujer de 70 años murió después de que se aplicó una almohadilla térmica sobre el sitio de un parche de fentanilo. Se descubrió que su muerte se debió al aumento de la absorción de fentanilo causado por la almohadilla térmica. Además, la probable aplicación de un segundo parche sin quitar el primero contribuyó a su muerte.

Medicamento de alto riesgo: quimioterapia citotóxica

Agentes de quimioterapia

Este grupo se refiere a la qumioterapia citotóxica. Es decir, los medicamentos contra el cáncer que destruyen células cancerosas.

El metotrexato, un inhibidor del ácido fólico, se usa comúnmente en el tratamiento de enfermedades autoinmunes además de su uso como agente de quimioterapia. Cuando se usa en el tratamiento de trastornos autoinmunes como la artritis reumatoide, el medicamento se administra una vez por semana.

El metrotrexato está considerado como un medicamento de alto riesgo debido a que se le ha atribuido varias muertes por toxicidad. Este fármaco se ha recetado o dispensado incorrectamente en forma diaria en lugar de semanalmente.

Heparina y otros anticoagulantes

La heparina es un anticoagulante inyectable que activa la antitrombina III, molécula que inhibe la trombina y el factor Xa, los cuales son necesarios en las etapas finales de la coagulación sanguínea.

La heparina se usa para tratar o prevenir coágulos en condiciones donde existe un alto riesgo de formación de coágulos y tromboembolismo. Algunos ejemplos son la fibrilación auricular, infarto de miocardio, trombosis venosa profunda, cirugía de rodilla o de cadera.

La falta de prescripción y administración de anticoagulantes apropiados ha sido reconocida como una causa de eventos adversos relacionados con su uso. Los profesionales de salud deben identificar a los pacientes con riesgo de tromboembolismo venoso y asegurarse de que se utiliza la profilaxis apropiada.

Medicamentos de alto riesgo: aplicación de inyección de heparina

Aplicación de inyección de heparina

Agentes epidurales e intratecales

Todos los medicamentos colocados en el espacio epidural están sujetos a múltiples destinos potenciales. La mayoría de estos disminuye la probabilidad de que el medicamento llegue a la médula espinal. Específicamente, existe el riesgo de que estos medicamentos:

  • Salgan del espacio intervertebral para alcanzar el espacio de los músculos paraespinales
  • Se difundan en la grasa epidural
  • Se esparzan en los ligamentos o a través de las meninges

Por otro lado, los fármacos inyectados directamente en el líquido cefalorraquídeo (LCR) se eliminan mediante dos mecanismos en competencia: la difusión en la médula espinal y la difusión en el espacio epidural. La farmacocinética intratecal de los medicamentos es poco conocida debido a la dificultad para muestrear repetidamente la concentración del medicamento en los compartimentos relevantes. Estos incluyen el LCR, médula espinal, plasma, espacio epidural y grasa epidural.

La vincristina puede ser fatal si se administra por vía intratecal. Este tipo de casos han sido descritos en diferentes partes del mundo en varias ocasiones. En la gran mayoría de los casos, el resultado para el paciente es fatal. La vincristina es un medicamento utilizado con frecuencia en el tratamiento de las leucemias y los linfomas. Es neurotóxico y sólo debe administrarse por vía intravenosa.

Medicamentos de alto riesgo: agentes bloqueadores neuromusculares

Agentes bloqueadores neuromusculares

Estos medicamentos interrumpen la transmisión de los impulsos nerviosos en la unión neuromuscular esquelética. Los agentes bloqueadores neuromusculares pueden ser de dos tipos: bloqueadores competitivos y estabilizadores o agentes despolarizantes no competitivos. Ambos impiden que el neurotransmisor conocido como acetilcolina desencadene la contracción muscular. Por lo general, son utilizados durante la anestesia general o como relajantes.

Los ejemplos de estos medicamentos son el atracurio, cisatracurio, cloruro de mivacurio, pancuronio, rocuronio, succinicolina y bromuro de vecuronio.

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Fuentes

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